Los beneficios de la rutina de skin care van mucho más allá de mantener nuestra piel perfecta. El ritmo de la vida actual es acelerado. Debemos alimentarnos sanamente, ejercitarnos, dormir adecuadamente, ser eficientes en nuestros trabajos, dedicarle un tiempo a nuestra vida espiritual, estar en contacto con nuestros familiares y amigos, cocinar, en fin… Lograr un equilibrio no es tarea fácil en nuestros días.
Dentro del universo de quehaceres, algunos son más importantes y tal vez imprescindibles. Sin duda, el aseo y cuidado personal está dentro de este grupo. Nuestro rostro es nuestra ventana al mundo, lo que primero se percibe de nosotros. La confianza que nos da tener un rostro radiante, es invaluable.
La rutina de cuidado de la piel es la clave para mantener nuestros rostros frescos, sanos, cuidados y jóvenes sin importar la edad. Puede hacerse en la mañana y al final de la jornada.
En la mañana preparas tu rostro para todo un día de impurezas y sol. La noche es también perfecta para hacer la rutina de skin care. En primera medida, para quitar todas las impurezas acumuladas a lo largo del día: maquillaje, grasa, polvo y smog, entre otros. También preparas e hidratas la piel para dormir.
En la noche hemos cumplido con todas nuestras tareas diarias y podemos cuidar de nuestra piel sin afanes. Durante las horas de sueño nuestros cuerpos se deshidratan y la piel roza con las sábanas, cobijas, almohadas, se aplasta, la frotamos inconscientemente y a veces bruscamente, etc. Es preferible que todo esto suceda con el rostro nutrido y bien cuidado.
Estos son los pasos para mantener tu piel perfecta:
1. Preparar la piel
Puedes utilizar algún producto desmaquillante, ayudándote de una almohadilla o pad suave. También puedes hacerlo en la ducha, si eres de las que tomamos baños al final del día. Cuánto más suaves y naturales sean los productos utilizados, ¡mucho mejor! Este paso es prescindible si usas maquillaje natural o eres de las que no se maquillan.
2. Limpiar
Al preparar la piel, has quitado impurezas, sin embargo todavía es necesario limpiar la piel profunda y cuidadosamente con agua y jabón, frotando suavemente con las manos. Es recomendable usar jabones especializados para el cuidado del cutis, idealmente jabones naturales. Los jabones que se consiguen normalmente en los supermercados pueden ser fuertes, abrasivos, astringentes y pueden secar nuestra piel, todo lo contrario de lo que buscamos. Hay jabones naturales y especiales para todo tipo de pieles.
3. Hidratar, calmar y nutrir
Una vez la piel está completamente limpia, es momento de hidratar suavemente. Es recomendable aplicar tónicos suaves, como el agua de rosas. En el mercado se puede encontrar sinnúmero de tónicos faciales. Los hay de todos los ingredientes, gustos, colores, olores, tamaños y presupuestos.
4. Aplicar tratamientos
Algunas usamos tratamientos adicionales, como ampollas o serums. Al aplicar estas fórmulas sobre la piel nutrida, hidratada y calmada, potenciamos su eficacia.
5. Relajarse por unos minutos
Nada mejor que acostarse y tranquilizarse por un par de minutos mientras la piel se calma y todos los productos liberan sus beneficios. Momento perfecto para practicar gratitud, agradecer, orar, meditar o simplemente disponerse para dormir.
Otros beneficios del hábito del cuidado de la piel o skin care más allá de lo evidente: es la compañía perfecta dentro de una rutina para conciliar el sueño. Al practicar esta rutina en tu piel, liberas las hormonas de la felicidad, claves para la salud mental, esto puede ser más beneficioso para la piel que los productos aplicados.